Era diciembre y durante los días anteriores a mi viaje a Yereván, una de mis mayores preocupaciones era el invierno… Básicamente porque la güiki dice en su artículo sobre la ciudad: “El clima de Yereván es continental con veranos secos y cálidos e inviernos fríos y húmedos. La temperatura en agosto puede ascender hasta los 35°C, mientras que en enero, el mes más frío, pueden descender hasta los -20°C”. ¿Menos 20°C? Iba a morir congelado. Una y otra vez revisé la aplicación del clima en el iPhone esperando encontrar temperaturas acordes con un ser andino y tropical como yo que vive en Bogotá y cuya vida casi nunca tiene que transcurrir a menos de 4°C – y eso que Bogotá sólo llega a 4°C una ó dos veces al año en una de sus famosas heladas durante las madrugadas de enero -. Pongámoslo así: Cualquier temperatura por encima de -2°C sería manejable.
La semana anterior al viaje, el iPhone marcaba temperaturas entre -2°C como mínima y 5°C como máxima… Yo era un niño feliz. Luego, durante mi estancia en Irán – de la que pueden leer aquí -, el iPhone continuaba anunciando temperaturas superiores a -2°C… todo estaba bajo control, pensé. Y con esto, llegó el día de abordar el Boeing 727 de Iran Aseman Airlines construido en 1978 que nos llevaría a mi pánico aéreo y a mí desde Teherán a Yereván en uno de los vuelos más traumáticos que he tenido en mi vida – y que ya les narré en esta entrada -. Despegamos del Aeropuerto Imam Khomeini de Teherán a las 6.30 pm y durante hora y media, y en medio de la noche más oscura que jamás haya visto, este avión – que era más viejo que yo – se deslizó por los aires de Irán, Azerbaiyán y Armenia mientras yo sufría en silencio mi desgracia por estar montado en ese aparato. Y es que tengo que decirlo, lo del Boeing 727 y yo ese día fue odio a primera vista.
Finalmente el piloto dice algo en persa y el avión empieza a descender en medio de una turbulencia que nos generó uno que otro vacío que sólo puedo catalogar como aterrador. 10 minutos después estábamos aterrizando en el Aeropuerto Internacional de Zvartnots en Yereván. Miro por la ventana del avión y veo que todo, absolutamente todo está cubierto de nieve. Los trabajadores del aeropuerto que dirigen al avión hasta su posición en el terminal estaban abrigados como si estuvieran en el mismísmo polo sur y justo ahí, el piloto dice: “Welcome to Yerevan. The current temperature is -14°C so I hope you like the cold weather”. ¡La habíamos cagado! Ahora, tengo que decir que yo viví un tiempo en Canadá donde las temperaturas bajan hasta -35°C con bastante frecuencia y allá no tuve ningún problema. ¿Por qué tanto escándalo por un simple -14°C entonces? Es fácil. Si uno vive en un lugar así de frío, uno sabe que sólo va a salir para ir de su casa al carro y luego del carro a algún otro lugar. Siempre hay calefacción en todas partes y los momentos en los que uno puede efectivamente congelarse hasta la muerte son bastante limitados. En Yereván la historia era distinta. Yo no vivía allá y lo que quería hacer era caminar la ciudad para poder ver lo máximo posible. Los reto entonces a caminar de 8 am a 8 pm en una ciudad que está a -14°C a ver si lo logran. Pero no había nada que hacer. Ya estaba en Yereván y no iba a dejar que el frío acabara conmigo… Mucho menos me iba a permitir quedarme en el hotel sin disfrutar lo que la ciudad tenía para ofrecerme. ¡Bienvenidos a Armenia!






El día siguiente llegó y con él un tímido, extremadamente tímido sol que iluminaba todo pero no calentaba… Y no calentaba porque Yereván se encuentra en el Valle Ararat que está ubicado entre las montañas del Cáucaso y que hace que el aire frío y la humedad que descienden desde Rusia se queden atascados justo sobre la ciudad. En consecuencia, al menos durante mi estadía en Yereván, las temperaturas nunca subieron de -10°C, no dejó de nevar jamás y la ciudad estuvo cubierta por una capa de nubes que hacía que el cielo no se viera nunca. Conclusión: nieve sobre el suelo, nieve cayendo del cielo y arriba sólo nubes grises. Un panorama nada alentador para un viajero desprevenido como yo.

Pero había llegado la hora de salir. Ropa térmica encima, guantes, gorro, abrigo y a explorar el centro de una ciudad que se presentaba bastante extraña ante mis ojos. A pesar de que Yereván data del Siglo VIII a.C. y es una de las ciudades continuamente habitadas más antiguas del mundo, da la impresión de ser bastante moderna. Y no hablo de grandes rascacielos porque en Yereván no hay ninguno… hablo de edificios construidos recientemente, grandes avenidas, parques por todas partes y, en general, un ambiente bastante cosmopolita en una ciudad que por demás es bastante pequeña.
Y aquí es importante mencionar 2 momentos históricos: el primero de ellos ocurrió en 1924 cuando se aprobó el llamado “Plan General de Yereván” por parte de las autoridades soviéticas cuyo objetivo era modernizar la ciudad y convertirla en una metrópolis industrial. Durante los años siguientes se construyó el Parque Circular en el límite oriental del centro y se demolió un gran número de edificios antiguos que obstaculizaban el proyecto urbanístico del gobierno. Ese mismo plan llevaría a las autoridades de Yereván a fomentar la migración de ciudadanos desde otras zonas de la República Socialista Soviética de Armenia hacia la capital hasta lograr la meta de 1 millón de habitantes. ¿Por qué? Fácil. Según el gobierno en Moscú, sólo las ciudades que tuvieran más de un millón de habitantes podían tener un metro financiado con recursos nacionales.
El segundo momento histórico importante ocurrió en 2000 cuando, luego de la disolución de la Unión Soviética y la declaración de independencia de la República de Armenia con Yereván como capital, el nuevo gobierno decidió invertir cerca de 1.8 billones de dólares en nuevas construcciones que modernizarían la apariencia de la ciudad. El resultado final es una mezcla de edificios de no más de 6 ó 7 pisos que dominan gran parte del centro con fachadas amarillas, grises, cafés o rosadas que le dan una cierta uniformidad al lugar pero que al tiempo lo hacen absolutamente encantador. Sin embargo, la modernización no llegó a las zonas alrededor del centro que continúan no sólo llenas de los antiguos edificios grises y sin alma construidos durante el período comunista sino también de barrios extremadamente pobres y desordenados con casas de techos de lata y sin calefacción. Mejor dicho, son 2 ciudades diferentes separadas únicamente por el Parque Circular. Los dejo con algunas imágenes del centro de Yereván:
















Ahora, Yereván tiene una ventaja grandísima para los visitantes y es que la gran mayoría de lugares que hay para ver en la ciudad están a no más de 10 minutos caminando el uno del otro. Las mayores atracciones se encuentran en un centro bastante compacto y fácilmente caminable… además lleno de cafés y restaurantes que sirven de refugio cuando uno está a punto de morir de hipotermia.
Ópera de Yereván
Una de las primeras paradas en Yereván es el Teatro de la Ópera. Resulta que en 1930 y para conmemorar los 10 años de existencia de la República Socialista Soviética de Armenia, el gobierno le encomendó al arquitecto armenio Alexánder Tamanian el diseño y construcción de un Teatro de la Ópera que estaría ubicado sobre el eje principal del centro de Yereván. La edificación es sin duda imponente y, aunque yo no sé nada de arquitectura, sí les diré que tiene ese aire gris y majestuoso de la mayoría de construcciones culturales típicas del comunismo.
El teatro está rodeado por parques en sus cuatro costados en los que se encuentran estatuas del poeta y escritor armenio Hovhannes Tumanyan y de los compositores Alexander Spandiaryan y Aram Khachaturian. Además, en la esquina suroriental del complejo está ubicado el Lago de los Cisnes que claramente en invierno no tiene cisne alguno y, por el contrario, es aprovechado por los equipos juveniles de hockey de la ciudad para entrenar y jugar partidos entre ellos. Por último, si van al lugar, no se pierdan la estatua del pianista Arno Babajanian… Cuando estuve allá pensé “el que hizo esta estatua tuvo que ODIAR a este pobre señor para haberle puesto semejante nariz tan inmunda”. Pues no señores, la nariz inmunda no se la había dado el escultor sino la naturaleza. Vean las fotos abajo y se darán cuenta de que tengo razón.
Ah, y una última cosa… si lo que quieren es rumba, en el sótano del Teatro de la Ópera se encuentra el Club Ópera, una de las mejores discotecas de Yereván y que abre sus puertas todos los días luego de que se acaban las obras en el teatro. Buen negocio, ¿no creen? Uno se va de culto a ver una ópera maravillosa y luego, cuando termina, se mete a rumbear hasta el amanecer en el sótano… Todo un combo musical.












La Cascada
Exactamente a 2 cuadras al norte del Teatro de la Ópera se encuentra uno de los símbolos más importantes de Yereván: La Cascada. ¿Qué es? Pues resulta que justo en ese lugar se acaba la parte plana de la ciudad y empieza una colina que fue vista por el arquitecto Jim Torosyan como una oportunidad para construir el complejo cultural más importante de la ciudad durante la época del comunismo. Así, entre 1971 y 1980 construyó la primera etapa del proyecto que consistía en unas escaleras que ascendían los 118 metros de la colina y que tenían un sinnúmero de esculturas y fuentes no sólo en la pequeña plaza que conduce a la Cascada sino también en cada uno de sus niveles. Además, para ponerle la cereza encima al pastel, el ascenso a La Cascada garantiza las mejores vistas del Monte Ararat en toda la ciudad… Claro, en verano porque en invierno no se ve nada más que la nube gris que les mencioné anteriormente y la nieve que cae sobre Yereván. Tendré que volver en verano para ver el famosísimo Monte Ararat.
Posteriormente entre 2002 y 2009, el proyecto continuó con recursos del millonario armenio-estadounidense Gerard Cafesjian quien decidió construir un gran museo en las entrañas de la montaña justo debajo de La Cascada. Lo mejor del asunto es que si ustedes son perezosos como yo, ya no tienen que subir los 118 metros a pie porque el buen señor Cafesjian ordenó la construcción de unas escaleras eléctricas que suben desde la base hasta la cima por dentro de la montaña y que cada 10 ó 15 metros le permiten al visitante no sólo ver los diferentes niveles de lo que él llamó el Museo Cafesjian de Arte sino también salir a La Cascada para ver Yereván desde las alturas.
Por último, para un colombiano como yo, La Cascada es un lugar interesante porque es el único lugar de Yereván donde se pueden apreciar no una sino dos esculturas del maestro Fernando Botero. Ahora, yo no sé qué tan feliz esté él de ver cómo su gorda que está tomando el sol tiene que sufrir no sólo las inclemencias del clima armenio sino que, con cada nevada, su trasero queda completamente blanco. Los dejo con imágenes de la Cascada.






























Avenida del Norte:
Saliendo de La Cascada hacia el sur unas 3 cuadras se encuentra lo que se conoce como la Avenida del Norte. Ahora, de avenida no tiene mucho porque es completamente peatonal pero conecta el Teatro de la Ópera al norte con la Plaza de la República al sur formando un eje en pleno centro del centro de Yereván. La Avenida del Norte corta transversalmente las calles y avenidas de la ciudad y está llena de “grandes” – al menos son los más grandes de Yereván – edificios a lado y lado que, además, contienen restaurantes, cafés, almacenes de artesanías, almacenes de ropa, bares y demás. Es un lugar bastante agradable para salir a caminar, sentarse en algún café a ver a la gente pasar y comprar uno que otro recuerdo de Armenia para los amigos. Además, en diciembre la Avenida del Norte se llena de un festival navideño que congrega a locales y turistas muy a pesar de las bajas temperaturas. Yo tendría que decir que fue uno de los pocos lugares donde había grandes cantidades de gente al aire libre y eso le daba un “sabor” diferente al del resto de la ciudad. Les muestro:










Plaza de la República:
Y en el extremo sur de la Avenida del Norte se encuentra la Plaza de la República – conocida como la Plaza Lenin durante el comunismo -, sin duda la más importante de la ciudad. ¿Qué hay en la plaza? Pues en la mitad están las “Fuentes Cantantes” que claramente en invierno se congelaron y no cantaron nada. Sobre sus costados se encuentran la Galería Nacional y el Museo de Historia de Armenia al nororiente, el Ministerio de Finanzas y la sede del Gobierno de Armenia al oriente, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones al sur, el Hotel Marriott al occidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores al noroccidente y el Ministerio de Administración Territorial al norte. Mejor dicho, la Plaza de la República es sin duda el epicentro de la vida política de Yereván y de Armenia.
Eso sí, vida no hay mucha y con excepción del Museo de Historia de Armenia, la mayoría de edificios del lugar fueron hechos con piedras de toba calcárea armenia – y esto me tocó buscarlo porque no tenía ni idea qué carajos era una toba calcárea – haciendo que toda la plaza se vea de color rosado. El lugar es sin duda coquetón y vale la pena verlo, sobre todo el mosaico de piedras que simulan una alfombra tradicional armenia y que se encuentra ubicado al suroccidente de las Fuentes Cantantes… claro, si la nieve que tienen encima las deja ver. Además, en el extremo sur de la Plaza solía haber una gran estatua de Lenin durante los años del comunismo y que claro, fue derribada en 1990 ante el júbilo de miles de personas reunidas en el lugar. Esa es una estatua que a mí me hubiera encantado ver, por ejemplo.
Por último, la Plaza de la República es uno de los pocos lugares que tiene wi-fi gratis en Yereván y eso hace que haya un gran tumulto de gente parada justo donde está el hot spot sin importar que la temperatura sea de -15°C. Hay gente demente en todas partes… en Yereván prefieren morir de hipotermia pero con internet. Yo nunca entendí.





















Catedral de San Gregorio el Iluminador:
Unas 3 cuadras al suroriente de la Plaza de la República se encuentra el centro comercial y estación del metro de Zoravar Andranik. Es un lugar bastante popular de la ciudad y está lleno de ventas callejeras, cafés y restaurantes. Justo en ese lugar empieza el Parque Circular que bordea el centro de Yereván y se extiende desde allí hacia el norte. Y sobre el inicio del Parque Circular está ubicada no sólo la Estatua del líder de la liberación armenia Zoravar Andranik sino también la Catedral de Yereván.
Y aquí un poquito de historia. Resulta que Armenia fue el primer país del mundo que adoptó el cristianismo como religión oficial del Estado en el año 301. Y si hay algo de lo que los armenios estén orgullosos es de ser la primera nación cristiana del mundo… supongo que es importante dejárselo claro a todo el mundo cuando está rodeado de países como Turquía, Irán y Azerbaiyán que son mayoritariamente islámicos. Pero bueno, el punto es que para celebrar los 1.700 años de la proclamación del cristianismo como religión oficial del país, el gobierno decidió iniciar la construcción de la iglesia cristiana armenia más grande del mundo en Yereván en 1997 con el objetivo de que estuviera lista en 2001, año de la celebración.
La iglesia además sería el lugar de descanso de los restos de San Gregorio el Iluminador quien fue el responsable de convertir a Armenia del paganismo al cristianismo en el año 301. Luego de la terminación de la iglesia, los restos fueron trasladados desde Nápoles hasta Yereván para ser enterrados durante la consagración de la Catedral.
El lugar es sin duda hermoso. A pesar de que la Catedral no tiene más de 20 años de construida, tiene un aire antiguo y solemne que se apodera de los visitantes. Además, el camino de pinos que conduce hacia ella, su tamaño, su carácter imponente y la majestuosidad del arte religioso que hay en su interior hacen que la Catedral sea un lugar obligado para cualquier turista que visite Yereván. Y ojo, yo no soy muy fanático de las iglesias, pero esa me gustó.














Metro de Yereván:
Y ustedes se preguntarán… ¿este señor se enloqueció diciéndonos que vayamos a ver un simple metro? Pues sí… loco ya estaba pero el metro vale la pena verlo. ¿Por qué? Si bien es cierto que NUNCA le llegará ni a los tobillos a algunos de los otros metros construidos por la Unión Soviética durante el comunismo como el de Moscú, el metro de Yereván – que por demás no le sirve para nada a un visitante cualquiera de la ciudad porque las estaciones nunca están donde uno las necesita – es un pequeño rezago del comunismo en la ciudad. Algunas estaciones tienen piezas de arte y esculturas en su interior, las paredes están talladas en mármol y, en general, es un lugar que lo transporta a uno a la década de 1980 cuando fue construido. Mi recomendación: entren en la estación de la Plaza de la República, paguen los 100 drams que vale la entrada – aproximadamente 0.20 dólares ó 400 pesos – y recorran la única línea que existe en el metro. Estoy seguro que ustedes también se sentirán como en un viaje al pasado comunista de Armenia.











Museo del Genocidio Armenio:
Y el Museo del Genocidio Armenio es sin duda una de las grandes joyas de Yereván… Sólo hubo un pequeño problema cuando yo lo visité: estaba cerrado por remodelación. Casi asesino al guardia que me dijo que no podía entrar… pero bueno, si ustedes van después de abril, podrán entrar a ver uno de los mejores museos históricos del mundo.
En cualquier caso, si bien el edificio principal estaba en remodelación, gran parte del museo es exterior entonces la frustración no fue tan grande. Para visitarlo, tomen un taxi en Yereván para que los lleve a las afueras de la ciudad donde se encuentra el Museo del Genocidio. Una vez en el lugar presten especial atención a 5 elementos importantes:
- La cruz que se encuentra en medio de los muros interiores del museo que contienen un recuento de los principales hechos que ocurrieron durante el genocidio armenio año por año. Eso sí, consíganse un guía porque todas las inscripciones están en armenio y ese idioma no lo entiende nadie.
- Las plantaciones de pinos en la entrada. Resulta que cada visitante ilustre que va al lugar planta un pino como símbolo de que él reconoce que efectivamente el genocidio armenio existió. Y es que como los turcos se niegan a reconocerlo como genocidio, el gobierno armenio ha empezado una campaña internacional para que las masacres de turcos a armenios entre 1915 y 1923 sean reconocidas como un genocidio. Así, en las plantaciones, uno puede ver el árbol que sembró el Primer Ministro de Chipre o el que sembró Brad Pitt. Es sin duda un lugar interesante.
- El muro de 100 metros que contiene los nombres de todos los lugares donde ocurrieron todas las masacres que conformaron el genocidio armenio.
- La Estela de 44 metros de altura que simboliza el renacimiento armenio después del genocidio.
- La llama eterna que honra al millón y medio de armenios asesinados por los turcos y que está rodeada por 12 bloques de concreto que simbolizan cada una de las 12 provincias de la Armenia original que fueron perdidas durante el genocidio y que ahora se encuentran en territorio turco.
El Museo del Genocidio Armenio en Yereván entró en mi lista de museos históricos favoritos con el Museo del Apartheid en Johannesburgo y el Museo del Genocidio Rwandés en Kigali. Son lugares im-per-di-bles. Permítanse un par de horas ahí adentro y empápense un poco de la historia.




























Catedral de Etchmiadzin:
Y volvemos a hablar de religión. ¿Se acuerdan que Armenia se convirtió al cristianismo en el año 301? Pues resulta que si uno se convierte al cristianismo, pues tiene que construir iglesias para poder ir a rezar, ¿cierto? Y ahí es donde entra la Catedral de Etchmiadzin que, construida también en el año 301, es la iglesia cristiana más antigua del mundo. ¿Y cómo va uno a una ciudad que tiene la iglesia más antigua del mundo sin visitarla? No se puede. Entonces esto funciona así. Consigan un conductor que los saque de Yereván y los lleve hasta la localidad de Etchmiadzin en las afueras del poblado de Zvartnots – donde se encuentra el Aeropuerto Internacional – que está a 22 kilómetros al oriente o unos 30 minutos de recorrido. Allí, entren al Complejo Religioso de Etchmiadzin – la entrada es gratis – y piérdanse no sólo en la Iglesia más antigua del mundo sino también en las 4 capillas que se encuentran a su alrededor, en la tienda de souvenirs y en los cientos de Khachkars que hay en el lugar.
Repito, yo no soy muy amante de las iglesias pero las construcciones son hermosas y las pinturas que hay en el interior de cada una de las iglesias son simplemente maravillosas. Hagan caso, vale la pena.

















































Parque de la Victoria:
Una visita a Yereván estaría incompleta sin una visita al Parque de la Victoria. En el verano, el lugar está lleno de niños que van al parque de diversiones que se encuentra en la cima de la montaña. En invierno, el parque se llena de nieve a tal punto que es casi imposible caminar sin terminar con la entrepierna mojada. Aún así, en el parque hay 2 cosas que vale la pena ver: 1. La imponente estatua de la Madre Armenia que se ve desde cualquier lugar de Yereván; y 2. La vista de la ciudad desde la montaña. Mi recomendación: vayan al atardecer con una taza de café en la mano. Ver el sol ponerse sobre Yereván desde allá arriba es alucinante.




En las calles:
Y para terminar, un pequeño, muy pequeño recorrido por 2 cosas que siempre verá en las calles de Yereván: 1. estatuas y esculturas de cuanto personaje histórico ha habido en el país. Las estatuas están en todas partes… en los parques – el Parque Circular está particularmente lleno de ellas -, en las avenidas, en los separadores de las calles, en los edificios públicos, en todas partes. Yereván, como la mayoría de las antiguas ciudades comunistas, está llena de estatuas. Y 2. Fábricas de licores. Y es que claro… cuando uno tiene que vivir 4 meses del año a -15°C, la única solución para no congelarse hasta la muerte es una botella de vodka. Es una solución fácil y agradable, ¿no creen? Asegúrense de hacer un tour por la fábrica de Vodka Ararat, la más famosa de la ciudad, donde les darán pruebas de cuanto licor hay sobre la faz de este planeta. Seguro salen bastante contentos del lugar…
Un último comentario y terminamos. Si alguien me preguntara si Yereván vale la pena, le diría que sí. Si alguien me preguntara si volvería, le diría que sí… sólo que esta vez lo haría en otoño o en primavera – odio el calor del verano y el frío y la nieve del invierno no dejan disfrutar la ciudad como es debido -. Si me preguntaran si Yereván es una de mis ciudades favoritas, la respuesta sería un NO rotundo y categórico. Creo que Yereván tiene su encanto y creo que hay que verla… sobre todo por ese pasado comunista que la hace más llamativa para alguien ñoño como yo. Sin embargo no es una ciudad que te cautive y claramente no va a ser el centro del turismo internacional en unos años. Es una ciudad pequeña, hermosa y agradable… nada más que eso. En conclusión: Un par de días en Yereván serán suficientes para que vean lo que tiene para ver.













Hasta aquí llegamos por hoy y nos veremos en una próxima oportunidad. Y como siempre, ¡adiós pues!
PD: Si les gustó la entrada, péguenle una meneadita aquí 🙂
Excelente entrada, gracias por acercarnos un poco más a esos lugares que están lejos de nuestro alcance.
Por otro lado, y siendo este un Blog de Banderas, podrías decir el significado de la bandera armenia? De donde salió? Porque a veces pienso que vieron una bandera colombiana y simplemente la voltearon xD
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Jhony, uno creería que es la bandera de Colombia al revés pero no. De hecho la franja inferior es color naranja, no amarilla. Claro, eso sin contar que las 3 franjas son de igual tamaño a diferencia de la colombiana.
Después de hacer una búsqueda rápida en la güiki, esto es lo que dice de los colores, mira:
The Red emblematizes the Armenian Highland, the Armenian people’s continued struggle for survival, maintenance of the Christian faith, Armenia’s independence and freedom. The Blue emblematizes the will of the people of Armenia to live beneath peaceful skies. The Orange emblematizes the creative talent and hard-working nature of the people of Armenia.
Saludos 🙂
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Espectacular! Muchas gracias.
La escritura armenia es de las escrituras mas bellas y completas que existen en el mundo (o eso me parece a mi).
http://es.wikipedia.org/wiki/Alfabeto_armenio
http://www.proel.org/index.php?pagina=alfabetos/armenio
(Me debes unos tips para Madrid que me prometiste, no se me ha olvidado ! =) )
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Jajajajajajaja y dale con los tips de Madrid. ¿Estás en tuíter y te los doy por ahí? Háblame, soy @ishosholoza.
Y sí, el alfabeto armenio es hermoso. El problema es que no lo entiende NADIE y, como además no hablan inglés por ningún lado, comunicarse es casi imposible. Armenio o ruso, sino te jodes 😛
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Espectacular tu entrada hice ese recorrido contigo, gracias; me encanto la escultura de Botero y todas las fotos en general. Me gustaria vistar Yerevan algun dia en verano por supuesto aqui en NY estamos cansados del frio y la nieve. Saludos desde El Bronx.
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Tienes razón. La ciudad tiene que ser maravillosa en Verano. Si algún día vas, me cuentas cómo te fue, ¿vale? Saludos y me alegra que te haya gustado la entrada 🙂
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Que buena entrada Señor Don Mapache ! Como estuvo el café armenio? Usted solo por el hecho de ser colombiano ha de ser un especialista supongo !
Saludos desde Argentina !
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Hola Marcelo. Mira que AMÉ el café armenio que en realidad es italiano. Resulta que venía de una semana en Irán donde sólo se conseguía ese café instantáneo asqueroso de Nestlé… al llegar a Armenia y ver que había café de verdad fui un niño absolutamente feliz. Además, cuando uno está muriendo de hipotermia, no hay nada mejor para calentarse que un buen café. Me alegra que te haya gustado la entrada… un abrazo desde Bogotá.
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Tus entradas son un gusto Don Mapache, esperamos mas. Para cuando alguna de Sudamerica, digo, por pedir algo nomás !
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¿Algún tema de Sudamérica que te interese?
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Cualquier tema de Sudamerica que toques va a estar bien !
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Tal vez, con tiempo, te busque alguna fotos de Fronteras sudamericanas para hacer un pequeño compilado. Te parece??
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Eso sería una maravilla… aunque esa entrada la podrías hacer tú 🙂
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Sé que Botero es un gran escultor, pero me hace gracia como en tus viajes te vas encontrando las obras que tiene diseminadas por el mundo. Yo por ahora solo conozco en persona la que tiene en el centro de Oviedo (Asturias, norte de España).
Por otro lado, maravillosa entrada, contigo siempre aprendiendo, muchas gracias!!
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Hola Aida… ahora que lo mencionas no soy consciente de haber visto muchas de sus obras por ahí. Vi una en París, otra en Singapur, otra en Dubai y ahora éstas en Yereván. Claro, las que hay en Bogotá y Medellín también las he visto pero en total no he visto más de 6 ó 7.
Muchas gracias por tus comentarios. Un abrazo desde Bogotá 🙂
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Ya que estan hablando de Botero paso una foto de una obra del maestro colombiano ubicada en Buenos Aires.
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Marcelo, ¿en qué parte de Buenos Aires está la escultura? He ido 3 veces y no la he visto. Gracias por tu contribución 🙂
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Don Mapache, las esculturas de Botero en Buenos Aires estan en el Barrio de Recoleta, cerca del Museo de Bellas Artes, una zona muy concurrida con mucho atractivo los fines de semana.
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Extraño. Yo he estado allá varias y no las vi. Tendré que volver a Buenos Aires 🙂
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Hola, soy Raquel de Madrid, y aqui tambien hay dos en pleno Paseo de la Castellana, tambien vi la de Paris, como dice Marcelo estan repartidas por todas partes jeje……Muy interesante tu visita a la capital de Armenia, me ha despejado muchas dudas. Gracias
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Sí, Botero está en todas partes… a mí me gustan mucho sus esculturas. Gracias por tu comentario Raquel 🙂
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Me dio frío ver las fotos. Y estoy en el tórrido Estocolmo. Una exjefe de Claudia era de ascendencia armenia pero vivía en Brasil, creo que como resultado del exilio en la época del genocidio. Dice ella que son una comunidad cerrada, casi endogámica y que al estar ella tan adaptada a Brasil y a su cultura es como paria en su misma comunidad
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La verdad es que sí don Mauricio. Pocos países me generaron tantos problemas de comunicación como Armenia… y no lo digo sólo por su idioma incomprensible sino también por la falta de interés de la gente por comunicarse. Son cerrados… bastante cerrados.
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Que bonita se ve la ciudad 😀 Que buena entrada como siempre !
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Gracias Álvaro… me alegra que te haya gustado. Saludos 🙂
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Soy armenio que estudia en España. Es muy buena el post, tambien estuve de viaje a Armenia este invierno y recuerdo muy bien el frio (-20) jaja. Pero eso no es tipico de Yerevan, normalmente en invierno hace hasta -5 como minimo. Una aclaración, los armenios no somos gente cerrados, sino al contrario. En este especto Igual tiene mucho afecto el tema del idioma ya que los armenios hablan armenio y ruso ( poca gente que puede realmente hablar ingles, y español nada). Ademas hay que tener en cuenta que Armenia siendo el primer pais cristiano esta rodeado de paises musulmanes como Turkia , Iran y Adzerbeijan, con el ultimo esta en situación de guerra paralizada, con Turkia fronteras cerradas, con Iran comercio muy limitado y controlado. En general seria curioso ver el aspecto de Armenia de hoy si historicamente estuviera ubicada en el lugar de Suecia por ejemplo 😉
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Hola Aram… Pues entonces corrí con muy mala suerte porque el frío de este invierno no fue normal. Estuve congelado todo el tiempo que estuve en Yereván.
Y frente a la comunicación, probablemente los armenios sean muy abiertos si te puedes comunicar con ellos. El problema es que yo no hablo ni armenio ni ruso entonces la vida se me complicó un poco… La próxima vez que vaya te aviso para que me muestres Yereván, ¿te parece?
Saludos desde Bogotá.
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claro. Con mucho gusto. escribeme a aramhakobyan@live.com y si vienes en alguna otra ocasión, puedes contar conmigo
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Gracias Aram 🙂
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Yo estuve este verano y no imagináis lo distinto que parece. Eso sí, incluso en agosto no hacía mucho calor. Unos 25 grados y un poco de fresco por la noche. Eso sí, subí la cascada cada día para ver el Ararat y tampoco hubo manera, por las nubes.
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Y otra cosa que puedes ver en verano es que mucha gente sabe inglés, porque la gente de la diáspora que vive por ahí está veraneando en Armenia. A mí incluso me pillaron las olimpiadas pan-armenias, muy fuerte el concepto.
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¿Tampoco pudiste? O sea que ver el Ararat es toda una odisea… Lamento que tú tampoco lo hayas visto. Saludos desde Bogotá y gracias por tu comentario.
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Pues no, así que mejor no sufrir por no ver el Ararat desde arriba, que ni es tan fácil. Peor tiene que ser como lo tienen los armenios, que lo ven pero no pueden subir a él porque está en Turquía y tienen la frontera cerrada. Esperando con ansia entrada sobre Tblisi. Vaya dos países, tan juntos y dándose tanto la espalda. Felicidades por el blog, que es de mis favoritos!
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Tienes razón… de cualquier forma tiene que ser maravilloso poderlo ver desde la Cascada o desde el Museo del Genocidio. Era algo que me daba ilusión 😦
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Hola Mapache. Desde la entrada de Teherán he querido escribir y no lo hago. En fin, esa manera que tienes de describir y además con fotos acompañando el texto sólo provocan que quiera ir a visitar esos lares desde Teherán hasta Yereván. Sólo quiero comentar que efectivamente se nota el pasado comunista de la ciudad. En especial el metro que es casi calcado del metro de Moscú, las anchas columnas, los techos en forma de arco, los pasillos centrales, etc. Sólo escribí para comentar eso, porque es interesante que hayas mencionado sobre el “requisito” del millón de habitantes para la construcción. Saludos desde México
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Hola Fernando. Bienvenido al Blog de Banderas y me alegra que te haya gustado lo que has visto. Y sí, tienes razón… a mí me sorprendió lo parecidos que son. Asumo que en la época comunista había un modelo para hacer los metros y se aplicaba en todas las ciudades… El de Tbilisi es bastante similar también. Saludos desde Bogotá.
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A mí me impresionó lo del genocidio armenio, no lo conocía en absoluto, al buscar en Wikipedia sale información interesante, es imposible no imaginar el horror y sufrimiento de esas personas al marchar por las montañas junto a sus familias e hijos.
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La verdad es que el genocidio armenio es aterrador… lo que pasa es que como muchos países no lo han reconocido, a veces la información que se encuentra está manipulada. Saludos con Anuro.
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Una duda con el nombre, ¿Yereván o Ereván?
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Pues la RAE dice que es Ereván pero yo me sublevé. Me gusta más como se ve Yereván 🙂
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Es una alegria ver estas imagenes con frio, yo estuve hace unos años alli en pleno verano y el calor que hacia era bastante. La capital no tiene mucho con ver con el resto del pais que vi (estuve siete dias), Erevan es mucho mas moderna y occidental que el resto del pais. Guardo un buen recuerdo de la gente, bastante amable, apenas maleada por el turismo
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Tienes razón, Yereván es mucho más moderna que el resto. Yo tuve la oportunidad de conducir desde Yereván hasta Nagorno-Karabakh y la verdad es que el resto del país es bastante rural y las carreteras rayan en lo deplorable… Sobre todo en invierno cuando están llenas de hielo y tu carro simplemente se resbala en todas partes. Sin embargo es un país maravilloso… volvería a Armenia sin pensarlo 2 veces. Saludos Carlos.
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Muy buena entrada, felicidades, estuve en Erevan hace relativamente poco, aunque no pude ver ni la mitad de lo que tú has visto porque me la pasé buscando la embajada del Nagorno Karabagh y apenas estuve un par de días antes del viaje: me ha gustado mucho, gracias por escribir. http://www.losmundosdehachero.com
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José Luis, pero si la visa te la dan una vez llegas a Stepanakert. ¿Para qué buscabas la embajada?
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Me alegro que te haya gustado Armenia, porque yo soy de allí.
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Amé Armenia 🙂
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Quiero trabajar allá en si tengo una enamorada Armenia.. Soy de Perú y me encanta las fotos gracias por subirlas
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Con gusto Walther. Saludos.
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Es un pais maravilloso. Lamentablemente a pesar de las excelentes fotos, no dice como ha bajado la calidad de vida desde la caída de la URSS y uno de cada cuatro armenios en capacidad laboral no tiene trabajo, que solo una ultraminoria vive muy bien y la inmensa mayoría cobra sueldo de hambre. Para que tengan una idea de lo que digo (ya que una cosa es pasear y otra vivir), un salario promedio en armenia son 380 dólares y ni siquiera alcanza para alquilar un departamento en la capital que sale 400 dólares. Misiadura total. Por ello no existe persona mayor a 40 años que no quiera que retorne la URSS…y los de 25 emigran porque no tienen futuro…y el país esta en manos del 10% que disfrutan de su fortuna…
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Hola Guillermo. Desafortunadamente cuando no va de turista, hay cosas que no se ven… entre ellas las que mencionas. Sí vi pobreza, no tanto en Yereván como en el resto del país. Aún así, es un lugar maravilloso. Sería feliz volviendo muchas veces. Saludos.
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se ve que es un pais con mucha cultura,,,,
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Es hermoso.
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acabo de venir y me ha encantado armenia.sobretodo sus gentes.mi guia ana estupenda.
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Armenia es una cosa loca. Saludos.
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Me ha encantado leer este post (Lo volví a leer después de unos meses je!)
Siempre he fantaseado con conocer todos estos lugares “no reconocidos” creo que es más la intriga y la curiosidad que nos mueve. Sin embargo, nunca he salido de mi país, pero planeó hacerlo 😀 al rato y logro ser la primera mujer de Costa Rica en conocer Armenia ja ja!
Saludos 🙂 seguí viajando y contagiándome de ganas
PD: -20 grados moriría jajaja, en Costa Rica, estamos a 13 grados y ya todos sacan sus bufandas y guantes jajaja!
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Pero puedes ir en verano… así no te congelas por la vida 😛
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Buena introducción sobre Armenia, no conocía el blog y me ha llamado la atención la multitud de coincidencias, porque vivo en Bogotá y mis consultorías me han traído a Everán esta semana, y también me han llevado a gran parte de los países que describes y en los que coincido mucho contigo, otra viajera empedernida…afortunadamente el clima este año en Armenia es más benévolo…
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¿Y cómo te fue en Yereván? Cuéntamelo todo.
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Tengo unas preguntas sobre Yerevan, puedo contactarte por correo electrónico?
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Claro que sí: mapache@blogdebanderas.com
Saludos.
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No conocía el blog y me ha encantado, a pesar que nunca he viajado a otro país, me transporto al ir leyendo cada línea de su recorrido. Estoy fascinada. Saludos desde Panamá. ¡ Felicidades !
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¡Hola! Me alegra que te guste el blog. Muchas gracias por tus comentarios. Un abrazo desde África.
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Ereáan, en otoño por ejemplo, es una ciudad de lo mas agradable y el país, una verdadera sorpresa, estuvimos nueve dias y nos falto tiempo, uno como en todos lados no se debe circunscribir a la ciudad.
Nada veo en el post de sus museos de destacar Matenadaran, una de las mas extraordinarias colecciones del mundo de manuscritos iluminados, mas de 17.000, colocados en un salon fastuoso y con guias en español si se solicitan. Tambbien la galeria Nacional en la Plaza de la Republica, en especial la coleccion arqueologica, alli se ve el zapato mas antiguo de la humanidad, asi como la bodega de mayor antiguedad.
Se come bien, se bebe bien y se pasa bien, no hablan ingles pero… hacen lo posible por entenderte
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Estoy seguro que en cualquier otra época es alucinante… Si lo es en invierno, no me imagino en las otras estaciones. Tengo que volver… lo tengo entre los pendientes… Un abrazo y gracias por tus comentarios.
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Allucino con este descubrimiento de ti, de tu blog y de Yereván…ni idea que es la capital de Armenia. Y que es el pais originario de mi músico favorito ARa Malikia. Pido perdón por mi ignorancia supina.
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Muy interesante este artículo. Yo estaba justo escribiendo uno sobre Ereván, una ciudad sin dud curiosa y muy poco visitada.
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